sábado, 27 de septiembre de 2008

...:::Entra en mi vida (?):::...

No puedo describir cómo me sentí esa noche cuando supe finalmente que Pasajero no era más que Armando. Un hombre que dio media vuelta y dejó atrás nuestra relación y mis sentimientos. No sé qué sentir entre tanta confusión. Nuevamente, sin saber que se trataba de él, mis emociones habían girado entorno a todo lo que me hacía sentir este hombre misterioso que apareció de la nada.

Cuando salí esa noche de la fiesta,llamé a mi confidente e incondicional amiga Margarita y tomé rumbo hacia su apartamento. Ella estaba al tanto de todo lo que Pasajero había hecho para llamar mi atención pero cuando le conté lo que pasó en la fiesta donde nos habíamos citado él y yo, se quedó en shock. Ella, hace dos años, había sido mi “cheerleader” personal cuando Armando me rompió el corazón. “¿Y ahora que harás?”, preguntó. “Precisamente porque no tengo idea de qué hacer o de qué sentir es que estoy aquí”, le contesté. Me dijo que lo primero era no dejarme derrumbar por lo que había pasado, que tenía que tratar de centrar mis emociones y partir de ahí para poder saber cómo serían las cosas en lo adelante con Armando, porque evidentemente no pretendía salirse de mi vida por segunda vez. Me aconsejó y en silencio la escuché. “No pretendas ser más fuerte de lo que eres”.

Desahógate, recupérate y hazle la batalla al destino. Si luego de eso resulta que sigues amando a Armando, no tengo más que desear que las cosas marchen bien esta vez”. Luego de haber durado un buen rato, conduje un buen tiempo por la ciudad. ¿Por qué tenía que estar lejor de mí para darse cuenta de lo que yo era en su vida? ¿ Es acaso la distancia la mejor manera de valorar lo que se tiene o se tenía?

La verdad es que quisiera tener las respuestas. Era casi la una de la madrugada cuando llegué a mi departamento. Entré al ascensor con los tacones en la mano. Abrí la puerta y cuando di el primer paso dentro sentí en mis pies algo. Era un cd con una nota. “Porque las palabras sobran”. Fui directamente al equipo de música y subí el volumen. “Yo te doy un corazón, que a tu lado quiere vivir, por que yo te doy lo que hace tiempo querías tener...” Era una canción nueva de Al-jadaqui, una banda local que en una ocasión acompañó nuestro primer beso. No pude contenerme y me tiré en el sofá. Por mi mente pasaron todos los buenos momentos con Armando, que hace tiempo había enterrado.

Me dije a mí misma: “Bien, él está aquí de nuevo. Lo que tengo que hacer es ser firme y dar chance a que se gane el lugar que ya perdió una vez. No será tan fácil darle la batalla a algo que siento que no ha muerto en mí pero, yo soy más inteligente que eso.”

El sábado en la mañana, encendí mi laptop y redacté un mail a Armando con la dirección electrónica que tenía de Pasajero. “Armando: ¿Pensaste alguna vez en lo que sentí cuando te marchaste? Pregúntate a ti mismo si tu inseguridad era de mucho más peso que mis sentimientos. Cuando tengas la respuesta nos volveremos a ver. Por el tiempo, por los momentos, por lo que sentimos aquella vez, esperaba que respetaras más lo nuestro. Cohrina.”

Muy dentro de mí quería tener respuesta inmediata pero, ahora, una vez enviado este mail, debía continuar con mi vida tal como Armando la encontró. Él no sería quien controlaría mi mundo. Yo soy capaz de seguir adelante. Ya una vez
lo hice. Si quiere seguir insistiendo, buscándome, tendría que conocer a la nueva Cohrina. Aprender que las cosas son diferen
tes ahora y que mis sentimientos solo los tendrá quien se los gane. ¡Creo que es justo! ¿Ustedes no?

"No perderé el control"
La vida en tacones
Cohrina
Oh Magazine, Listín Diario
27 de septiembre 2008

0 comentarios: