Café Brasileiro

Madrugada del martes 16 de septiembre del 2008... que sueño tengo!... siento la sangre por las venas de mis piernas, maybe something I´ll have to worry about later. Tenía deseos de escribir, de expresar pensamientos acerca de cualquier cosa. Pero como eran de "cualquier cosa" no quería escribir disparates y me había quedado "callada" por unos días. Ya no soporté el "silencio".

Que rico el aroma del café recién colado. Aquí estoy con mi tacita de café brasileiro. Dominicano es mejor, pero brasileiro es exótico. Justo lo que la ocasión amerita. Esta extensión de lunes rayando en martes hace que mi cerebro ruegue por una estimulación para continuar funcionando. Es que he tenido un día muy "excitante". Experiencias nuevas que podrían cambiarme el esquema de vida que tenía en mente. No es que tuviera todo el "muñeco" armado, pero algo era. Tengo muchas expectativas. Aunque si las cosas van a continuar como empezaron hoy, estaré ordenando café brasilerio y colombiano por internet para pasar mis madrugadas más animada.

Hice un parantésis en mi labor para redactar esto, porque no estaba llegando al punto. Estaba casi arrancándome el cabello, bostezando y así no iba a llegar a parte. ¿Por qué no me acuesto entonces? Porque he desarrollado un habilidad excelente. No puedo conciliar el sueño con un asunto pendiente. No estaba en dar vueltas en la cama, mortificarme mi vida y no resolver. Mejor escribo, tomo café y luego encontraré la salida, con la ayuda de Dios. Sonrío. Esto es como hablar sola, pero con el resto del mundo a la vez. Sonrío otra vez.

Punto y aparte.

He estado pensando en muchas canciones lindas los últimos días, pero no las he posteado aún porque luego esto se convertiría en una página de letras de canciones y vídeos, y no es el propósito. Casi me río. Inevitablemente, vendrán algunas.

Punto y aparte.

Estaba leyendo Delirio hoy en el salón. Porque ahí es donde puedo desconectarme por una hora y transportarme a Bogotá con Agustina, Aguilar y demás personajes. Que fascinante el mundo de la locura, visto desde fuera. Seguiré la semana próxima, cuando vuelva al salón, para continuar admirando a Aguilar por amar a una loca.

Pues bien...
Continuando con mi bella madrugada... voy a seguir buscando para encontrar.
Felices días.